martes, 27 de noviembre de 2012

Los animales como espejo

Nuestro animal de compañía más querido puede llevar a cabo acciones que nosotros reprimimos. Son auténticas esponjas emocionales; fijándonos en sus reacciones nos conoceremos mejor.


Un animal de compañía puede ser nuestro espejo y, de este modo, revelarnos cosas sobre nosotros. Según el doctor Joël Dehasse, veterinario conductista en Bruselas, no es que el animal pueda ser un espejo, sino que lo es. "Al vivir con un animal de compañía aprendemos a conocernos a nosotros mismos", afirma.

Su hipótesis es que el animal doméstico, el que vive con nosotros, refleja una imagen de nosotros mismos, los humanos, en tanto que especie y en tanto que individuos. En el libro Los secretos de los psicólogos, editado por Christophe André (Paidós), Dehasse afirma que, a menudo, el rasgo de carácter que el propietario no soporta en su animal es también el que no soporta de sí mismo. No nos, gusta por ejemplo, que nuestro gato sea tan tozudo. En estas circunstancias, según este veterinario belga, la pregunta que deberíamos hacernos es la siguiente: si no soporto tal emoción, tal sentimiento, ¿qué es lo que eso dice sobre mí?

Los animales, según Dehasse, también son un espejo colectivo. El hombre ha hecho al animal a su imagen, sobre todo en el caso del perro. "El gato a escapado durante mucho tiempo a la influencia del hombre; se ha autodomesticado, pero la gran mayoría de los miembros de su especie ha conservado su autodeterminación". En cambio, por lo que se refiere al perro, el hombre "lo ha tomado como esclavo, como él mismo es, en cierto modo, esclavo de la sociedad. La jerarquía de poder ha sido siempre el primer y único modelo utilizado por el hombre con el perro. El hombre recupera, a expensas del perro, un poco de la autoridad, del poder que ha perdido frente a la sociedad (cultura, religión)".

El autor propone cambiar este modelo en beneficio de otro más respetuoso con la esencia del perro, y se pregunta hasta qué punto, si tratáramos de otro modo al perro, nos trataríamos a nosotros mismos de manera diferente.

En su consulta, Dehasse analiza a diario conductas de animales de compañía que dicen mucho de sus amos. Explica el caso de una señora de 50 años que fue a contarle que tenía un problema con su perro: el animal era muy cariñoso con todo el mundo, pero agresivo con la madre de ella. "¿Solo con su madre?, le preguntó él. "Sí, solo con ella", respondió. "¿Qué siente usted por su madre?", le preguntó el doctor. "La odio, ¡pero nunca se lo mostraría!" "No hace falta", concluyó el doctor Dehasse, "¡el perro lo hace por usted!".

Los animales a veces ofrecen mensajes que deberíamos escuchar. ¿Por qué esa señora sigue frecuentando a una madre que detesta? ¿Por qué no habla de sus sentimientos de odio o de rabia hacia ella? Los perros, los animales, captan micro señales conductuales involuntarias; son esponjas emocionales, según el autor.

A veces, estas señales no pueden ser argumentadas mediante la razón, como escribió Rupert Sheldrake en su famoso libro De perros que saben que sus amos están camino de casa (Paidós). Es el caso de gatos que responden al teléfono cuando llama una persona a la que están muy unidos. O animales que anticipan terremotos o que son capaces de regresar a su hogar a pesar de estar perdidos a centenares de kilómetros de distancia. Sus capacidades de percepción van más allá de cualquier capacidad racional.


GASPAR HERNÁNDEZ
Periodista y autor de varios libros:
El silencio, El oficio de vivir bien y
El arte de vivir bien

Eliminar tensiones que nos bloquean


Una técnica para descargar miedo y tristeza


Practicando la biorrespiración podemos localizar y eliminar tensiones de nuestro cuerpo, así como sentimientos profundos bloqueados a lo largo de nuestra vida. La característica fundamental de la biorrespiración es que no se retiene el aire, no se hacen pausas. Se empieza con inspiraciones y expiraciones forzadas completas, cada cual a su ritmo, preferiblemente por la boca. Poco a poco se impone un ritmo inconsciente; la necesidad de respirar prevalece sobre el deseo de parar. A partir de entonces puede ser necesaria la presencia de un asesor que controle las reacciones, las descargas de tensión o las explosiones emocionales. Las sesiones pueden durar entre media y una hora, y conviene realizarlas en un lugar ventilado, silencioso y suavemente iluminado.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Niños descalzos, más inteligentes


La expresión "más contento que un niño con zapatos nuevos" ha perdido vigencia: los niños de hoy tienen varios pares, incluso los bebés. No obstante, ir descalzos, especialmente antes de saber andar, sigue siendo una buena costumbre. A los beneficios físicos conocidos se añade otra ventaja: el desarrollo intelectual. Lo dice no solo un estudio sino varios de ellos, recopilados en un artículo publicado por Isabel Gentil, profesora de la Escuela de Enfermería, Fisioterapia y Podología de la Universidad Complutense de Madrid. Al parecer, los niños y niñas que va a menudo descalzos tienen una maduración más temprana, y ven favorecidos el desarrollo propioceptivo (mayor conciencia corporal) y el desarrollo intelectual. El artículo se publicó en la Revista Internacional de Ciencias Podológicas.


Confía en tu propia intuición


Nicholas Hall, director de la Escuela de Graduados de la Universidad de Stanford (EE. UU.), nos anima en un artículo publicado en la revista Positive Psychology News a poner en práctica su método para rehuir la angustia que suponen las tareas y resoluciones pendientes. Se trata de darse un plazo de tiempo determinado para tomar la decisión y aprender a confiar en nuestra intuición. Una vez tomada la resolución, hay que centrarse en los aspectos positivos de la misma, en los beneficios que nos supondrá y en el tiempo que hemos ganado para disfrutarlos. De este modo, no nos asaltará la duda de si hemos tomado la decisión adecuada y dejaremos de angustiarnos por las tareas que vamos postergando.


martes, 20 de noviembre de 2012

Un plan contra el estigma del parado


Aprovechar el tiempo es clave para lidiar con el desempleo

Crearse un plan de actividades diarias, colaborar en las tareas del hogar y dedicar tiempo a cuidarse a sí mismos y a los que les rodean puede ayudar a las personas que están en situación de desempleo a no caer en la depresión con la llegada de la temporada invernal, lo que los expertos califican el "estigma del parado". Según la agencia de noticias Europa Press, los aspectos que más influyen en el estado de ánimo de un parado son el cambio radical de rutina y su estabilidad emocional, y todo dependerá de que tenga recursos personales, habilidades y competencias para reorganizar cuanto antes un día a día, y así sentirse más estable. Además, se trata de evitar la sensación de perder el tiempo, a la vez que la posible vergüenza de no estar ocupado y sentirse útil. Por ello, los expertos recomiendan a estas personas que se levanten de la cama, envíen currículos, naveguen por Internet en busca de ofertas laborales, contacten con personas que están trabajando y, después, se dediquen a hacer actividades que antes no podían realizar por su situación laboral, como por ejemplo sus hobbies -acordes con su situación económica-, así como a estar con su familia y amigos. Se trata, al fin y al cabo, de que la persona se sienta útil aportando cosas de valor tanto a sí misma como a su familia. La adaptación a la nueva situación es clave.


martes, 13 de noviembre de 2012

Consigue tus metas con perseverancia


Trabajar con tesón y no desmoralizarse ante los fracasos, la clave para triunfar


“Quien la sigue la consigue”, dice el refrán. A la hora de alcanzar nuestros objetivos, la constancia es tanto o más importante que la capacidad y el talento.

Michael Jordan fue expulsado del equipo de baloncesto de su escuela porque el entrenador creyó que no tenía suficientes cualidades; la Universidad de Berna rechazó la tesis doctoral de Albert Einstein por considerarla “irrelevante y fantasiosa”; Woody Allen no logró graduarse en la Universidad de Nueva York por suspender, entre otras, la asignatura de producción cinematográfica… Si cualquiera de estos personajes hubiera desistido en su empeño ante estos primeros fracasos, la humanidad se hubiera perdido su enorme talento.

La fuerza de la insistencia

Y es que, a la hora de conseguir el éxito, no basta únicamente con tener cualidades. Es necesario saber hacia dónde vamos y, sobre todo, tener la constancia necesaria para no arrojar la toalla a mitad del camino, sean cuales sean las circunstancias. Un ejemplo de perseverancia, el inventor Thomas Alba Edison, decía: “Muchos de los fracasos de la vida son de personas que no se dieron cuenta de lo cerca que estaban del éxito cuando se dieron por vencidos”. Se trata, por lo tanto, de mantenerse firmes en un propósito y esforzarse para continuar con lo empezado, a pesar de los fracasos y las adversidades. “Cuando me preguntan el decreto de mi éxito –decía el periodista americano Paul Harvey- siempre digo lo mismo: levantarme cada vez que me caigo”.


APPLE Y COCACOLA, ÉXITO TRAS LOS FRACASOS


Cuando se lucha por un objetivo, lo más probable es que no se alcance el éxito a las primeras de cambio. Muchas empresas iniciaron su andadura con grandes fracasos. Cocacola, por ejemplo, vendió únicamente 400 botellas durante su primer año. La empresa de informática Apple sólo logró colocar 175 unidades de su primer modelo de Mac, el Apple I, ya que los potenciales clientes lo consideraron poco competitivo. En lugar de cerrar el negocio, estos emprendedores lograron aprender de sus fracasos y, con paciencia, ir mejorando sus productos hasta hacerlos 100% competitivos. Si aprovechas los obstáculos para variar tu trayectoria y mejorar tu capacidad, tienes todas las de ganar.


Cómo hacerlo

La perseverancia no es otra cosa que esforzarse de forma continuada. Iniciar un proyecto es fácil y agradable pero, a medida que vamos avanzando, el camino se vuelve tortuoso, por lo que es necesario grandes dosis de tesón y disciplina para poder continuar.

  • Dosifica tu esfuerzo. De nada sirve empezar con la fuerza de un caballo de carreras si nos rendimos ante el primer obstáculo. “No importa lo lento que vayas –decía Confucio- lo importante es que nunca te detengas”. Para ello, no está de más recordar la famosa fábula de Esopo “La tortuga y la liebre”.
  • Enfréntate a los retos sin miedo. Cuando surjan dificultades, mantén la calma y trata de ser positivo/a. Si te desmoralizas antes de tiempo, perderás energía y entusiasmo.
  • Confía en ti mismo/a. Si estás seguro de tus capacidades y de la viabilidad de tu proyecto, será mucho más fácil superar los problemas que se vayan presentando en tu camino. “El mundo entero se aparta cuando ve pasar a un hombre que sabe a dónde va”, decía el autor de “El Principito”, Antoine de Saint-Exupéry.
  • Busca alternativas cuando aparezca un obstáculo insalvable. Puede que llegue un momento en el que encuentres una puerta cerrada. En lugar de darte de cabeza contra ella una y otra vez, es mejor que cambies de estrategia y trates de hacer las cosas de forma diferente.
  • Mantente informado/a. Cuando el proyecto es largo y ambicioso, existe el peligro de aburrirse o desmoralizarse antes de tiempo. Para evitarlo, una buena idea es establecer pequeñas metas. Cada vez que logres una de ellas, lograrás renovar el entusiasmo.
  • Piensa en los resultados. No hay mayor satisfacción en la vida que conseguir aquello por lo que has luchado duramente. Cuando llegues al final de tu camino, te darás cuenta de que todo el sacrificio habrá valido la pena.


TALENTO MÁS CONSTANCIA IGUAL A ÉXITO

Los hombres no se diferencian mucho en cuanto a intelecto –decía el naturalista Charles Darwin-, sólo en ahínco y trabajo duro”. Prepararse a fondo, superar los obstáculos, no desmoralizarse ante el fracaso, ser flexibles, abrirse a los demás… son estrategias que nos ayudarán a conseguir nuestro objetivo.

  • LA BAILARINA INSEGURA. Una joven bailarina aprovechó la visita de un importante coreógrafo para bailar ante él y preguntarle si tenía talento. A los dos minutos de haber iniciado su baile, el coreógrafo le dijo que parara. “Ya es suficiente –le dijo-, no tiene usted las cualidades necesarias para triunfar, es mejor que se dedique a otra cosa”. La joven se desmoralizó tanto que dejó el baile de forma definitiva. Cuando, algunos años después, volvió a coincidir con el coreógrafo, le pregunto cómo había sido capaz de valorar su talento en tan sólo dos minutos. “Ni siquiera le vi bailar –le contestó-, pero si se desmoralizó tan pronto, seguro que nunca hubiera podido lograr su objetivo, por muy buena bailarina que fuera. Le faltaba lo más importante, más importante aún que el talento: el tesón”.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Evitar lo que nos hace sentir mal


Saber lo que ya no queremos hacer en nuestra vida es tan importante como lo que hacemos, asegura Cheryl Richardson, autora del libro The Art of Extreme Self-Care (El arte del autocuidado extremo), no traducido al castellano. Richardson sugiere crear una lista con todas aquellas cosas que no deseamos hacer: no responder al teléfono durante la cena, no usar las tarjetas de crédito si no podemos liquidarlas a final de mes, no participar en habladurías, no volver a mirar programas de televisión que nos sulfuran, decir no a todo aquello que nos hace sentir mal. El objetivo final de esta lista es que te sientas "segur@, protegid@, cuidad@ y libre para dejar aparecer a tu mejor yo", nos dice la autora, que también nos anima a colgar esta relación en un lugar visible y leerla cada día.


martes, 6 de noviembre de 2012

Complejo de Venus


Se denomina "Complejo de Venus" a ese sentimiento afín a toda mujer que es sentirse fea, al menos en parte.

Ninguna está satisfecha con su imagen quizá porque desde niña la han obligado a ser guapa a la vez que la han recriminado presumir de ello, favoreciendo una inseguridad que desvirtúa la realidad.

Influyen los medios de comunicación que muestran cuerpos y caras perfectas. En las comparaciones, inevitables, siempre salen malparadas.

Pero no existen pechos demasiado pequeños o grandes, ni traseros muy planos o redondos. Cada persona tiene sus propias proporciones y estilo.

El cuerpo está bien, pero el modo de mirarlo deja que desear. 


viernes, 2 de noviembre de 2012

Cómo actuar con quien va de mártir


Se deshace en favores,  pero resulta un pesado

Los mártires siempre se ven a sí mismos como víctimas del maltrato de los demás. Sólo ven buenas intenciones en sus acciones, y se sienten sorprendidos y desconcertados ante las reacciones hostiles que provocan con su forma de actuar. Es el caso de los padres que han renunciado a su vida “por sus hijos” o del amigo amargado y protestón que “siempre hace favores y nunca recibe ninguno”.

Pero las intenciones de los mártires no son puramente loables. Se sienten impulsados a hacer sacrificios, los cuales, más que el reflejo de amor o amistad, son una necesidad de colocarse en posiciones insoportables para conseguir atención y aprecio. Deshacerse en halagos, ayudar sin que nadie lo pida, llamar por teléfono a todas horas para preocuparse por ti… todas sus acciones elevan hasta las nubes su capital moral. Sin embargo, a no ser que sean verdaderos santos, lo único que hacen los mártires es provocar una reacción negativa en la gente que los trata, que acaban considerándolos manipuladores, innecesarios y muy poco generosos. Si tienes un amigo que va de mártir:

Hazle ver que el sufrimiento no proporciona ni justificación, ni satisfacción, ni poder. La ayuda que da a diestro y siniestro no le inmuniza de sus errores. 

Admite que le han dado malas cartas en el juego, pero explícale también que puede escoger otras nuevas. Él puede ejercer el control sobre su persona y sus circunstancias. ¡Nada está escrito! 

Ayúdale a perdonarse por su pasado. Recuérdale esta inspiradora frase de Alexander Chase: “Comprender es perdonar, incluso a uno mismo”.