lunes, 24 de diciembre de 2012

¿La familia influye en la aparición de la anorexia?


Según recientes investigaciones, sí: la anorexia nerviosa se gesta en la familia, nunca individualmente. El experto Salvador Minuchin concibe la enfermedad como el resultado de determinados modelos familiares. Las chicas anoréxicas crecen en familias controladoras, rígidas e incapaces de resolver sus conflictos de forma efectiva, en las que se valora la protección de los miembros mucho más que la autonomía y la realización personal.

Helen Bruch, pionera en el tratamiento de la anorexia, descubrió que las jóvenes anoréxicas proceden de hogares en los que los padres les imponen una identidad, marcada por la simbiosis y el aislamiento. Limitan el desarrollo de los hijos, de su fantasía y su crecimiento, poniendo como excusa que hay peligro en el exterior e implicándoles en su propia conflictividad. La madre suele ser pasiva y sometida a su cónyuge. El padre, preocupado por los éxitos sociales más que por lo que piensan o sienten los miembros de su familia.

Tanto el padre como la madre tienen una hiper exigencia cuando la hija llega a la adolescencia, quieren que sea mayor pero a la vez que no lo sea. Por lo tanto, ella, a través de la anorexia nerviosa, consigue un retraso en el crecimiento, una regresión.

Miedo a ser adulta. Como no llega a desarrollar un sentido claro del yo, no puede vencer los desafíos propios de la adolescencia. La edad adulta y en especial la sexualidad le asusta. Por eso, matarse de hambre es una manera de seguir siendo pequeña, asexuada y dependiente.

Control. La psicología cognitiva cree que las anoréxicas desarrollan una visión de la realidad tan pobre que les es imposible enfrentarse a la vida adulta. Como renuncian a cualquier modo de influir en los demás, acaban haciendo lo único sobre lo que tienen poder: renunciar a comer. Es una manera de decir: "Controlo algo. Nadie me puede obligar a comer".

Claves del tratamiento psicológico. Es frecuente que el terapeuta anime a la paciente a cuestionarse los valores culturales, enseñándola a valorarse a sí misma.

1.- Abandonar la tendencia al perfeccionismo, a ser menos estricta y crítica consigo misma.
2.- No permitir que la apariencia sea el asunto principal de su vida. Ha de buscar una causa en la que creer, una afición o actividad que le guste.
3.- Hablar sobre sus sentimientos. Para vencer la actitud de autonegación.
4.- Aprender a ser más firme al satisfacer sus necesidades. Cuidarse no es ser egoísta.



LOLA MAYO

Psicoterapeuta

Frena al autoritario



Defiéndete de sus chantajes y amenazas


El autoritario trata de imponer  sus opiniones y sus decisiones a otros sin tener en cuenta para nada sus emociones o preferencias. Las personas que ejercen este tipo de comportamiento sólo se ocupan de sí mismas, de sus propias necesidades. Lo que los demás piensan no cuenta, no es algo que deban atender. En todos los grupos suele haber un autoritario; no es que esta persona persiga hacer mal a los demás de forma intencionada, en absoluto, lo que ocurre es que cree estar conduciendo al grupo por el camino más apropiado. Por eso cuando recoge quejas no las atiende, reprochando a sus amigos la falta de agradecimiento por lo que hace. Utiliza la amenaza y el chantaje, y se sirve de explosiones emocionales para someter a los demás. Se muestra partidista, proteccionista y caprichoso, por lo que concede favores sólo a aquellos que les son fieles, pero no a los que les plantan cara. ¿Qué hacer para no someterse al autoritario? No estás condenado a aguantarlo. Utiliza el estilo autoafirmativo para defender tus intereses sin entrar en conflicto con él. Esto es, deja claras tus posturas ante los acontecimientos o decisiones que el autoritario pretenda imponerte. Cuando sepa que a ti no puede dirigirte, cambiará de presa.


viernes, 14 de diciembre de 2012

Abrazos, besos y vida


Nos abren al otro y refuerzan la salud


Cada uno de nosotros fue concebido entre besos y abrazos, y saludando al llegar a este mundo con abrazos y besos que aportaron a nuestra piel no solo afectos sino también la flora bacteriana del grupo familiar. Como otros muchos animales de sangre caliente, el ser humano necesita el abrazo para mantener ciertas constantes biológicas y ambientales, y estabilizar su microflora. Los animales que viven solitarios, sin acercamiento a otros animales, enferman más, son más débiles y vulnerables, y mueren más jóvenes.

Se dice que el mejor remedio para un niño con problemas es el contacto directo con la piel de la madre. Un abrazo grande, poder mamar o recibir el beso de la madre probablemente resuelven el 99% de los problemas de cualquier lactante.

Puede parecer raro que la vergüenza y el pudor lleven a controlar el contacto físico. El olor y la atracción también crean barreras. A veces avisan de que el otro no siente afecto por nosotros o de que nos irá mal si nos acercamos a él o a su familia. Se pueden dar besos o abrazos por sms o correo electrónico, pero otra cosa es darlos de verdad cuando la persona está delante.

Las inhibiciones de besar o abrazar pueden obedecer también al miedo, que avisa del peligro de acercarse a alguien. Otras veces es el olfato el que advierte de que hay grupos bacterianos no convenientes.

Es ingente la cantidad de datos que el ser humano procesa de forma espontánea para saber si una persona le cae bien y puede abrirle los brazos y ofrecerle sus besos. Cuando esta situación se da, el cuerpo es capaz de recibir y dar salud, calor, afecto y bacterias que irán de mano en mano con el apretón y de boca en boca con cada beso.

Compartir emociones

La necesidad de contacto físico parece acentuarse en momentos de catástrofe o de triunfo. Nos acercamos a echar una mano en un accidente o una inundación, y un gol lo celebramos con besos y abrazos. Esos contactos refuerzan el sentimiento de pertenencia al grupo y el bienestar que este genera.

La relación del grupo se mantiene con el contacto, que da fuerza, vigor y sentido de unión. Cuando no hay seguridad en las emociones, se prefiere poner la tele y vivir las emociones de otros.

Si la medicina del niño son los besos y abrazos de su madre, en la medicina del adulto los médicos pueden utilizar la mano que palpa, explora o masajea, el toque de ánimo o el toque terapéutico. Con ellos aumentan la calidez y la calidad de los cuidados, y estos se vuelven, por supuesto, más efectivos.

Recomendaciones

Cuando uno se acostumbra a la soledad, se hace más difícil volver a compartir las caricias, los abrazos y los besos. Es importante recuperarlos en el grupo familiar.

Del contacto pueden salir el afecto o la lucha, pero aun si sale la lucha y esta es de cuerpo a cuerpo, los luchadores acabarán siendo amigos con más facilidad que si se interponen los cuchillos o las pistolas.


Dr. Pablo Saz

Médico, autor de numerosas obras,
trabaja como investigador y docente
en la Universidad de Zaragoza.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Combatir el invierno con luz


La fototerapia es una interesante técnica para los depresivos estacionales

La llegada del invierno y adaptarse cada vez  más a menos horas de sol es para muchos sinónimo de depresión, pues existen personas que sufren el llamado trastorno afectivo estacional. Se estima que el 20% de la población padece esta forma de depresión en diferentes grados: en un 6% de los casos es muy invalidante y en el 14% restante es más leve. En general, los síntomas de este mal son tristeza, pérdida de energía, disminución del impulso sexual, descenso de la actividad diaria e incluso un aumento de apetito, con especial predilección por los carbohidratos y los dulces. Por ello, para estas personas se recomienda la fototerapia, un tratamiento a base de cajas de luz brillante, creación de Norman Rosenthal, profesor de Psiquiatría de la Universidad De Georgetown, en EE.UU. Media hora diaria expuestos a la luz les ayudaría a superar el invierno hasta la esperada primavera.