domingo, 11 de agosto de 2013

Dejar de inquietarse en exceso


"Solo una pequeña parte de lo que tememos ocurre realmente", escribe la psicóloga Bobbi Emel, especialista en resiliencia (capacidad de los sujetos para sobreponerse a períodos de dolor emocional y traumas), en su blog Bounce (Rebotar). Para Emel, detrás de la preocupación excesiva se hallan creencias erróneas, como pensar que si nos preocupamos lo suficiente, aquello que tememos no pasará. Para controlar ese exceso de preocupación, que favorece el estrés y daña nuestra salud, propone dedicar media hora diaria a escribir sobre aquello que nos inquieta o destinar un día a la semana a preocuparnos, y así liberarnos de esos temores el resto del tiempo.


Las fantasías avivan el deseo


A pesar de los tópicos, hombres y mujeres experimentan prácticamente el mismo tipo de fantasías sexuales, aunque con distinta frecuencia. De todos modos, las mujeres tienen más fantasías agradables y de tipo íntimo y romántico, mientras que los hombres se inclinan más por fantasías de tipo exploratorio: sexo en grupo, promiscuidad, intercambio... Estas son algunas de las conclusiones provisionales de un estudio de la Universidad de Granada publicado en la revista Anales de Psicología y que ha divulgado la agencia SINC. La misma agencia recoge la opinión de los investigadores, que afirman que las fantasías "favorecen aspectos como el deseo o la excitación sexual, por lo que son un indicador de salud sexual".