lunes, 31 de marzo de 2014

Desahogarnos y dejar fluir las emociones


La espontaneidad nos hace sentir mejor


El dolor, el enfado, el disgusto o la culpa pueden convertirse en obstáculos que dificultan el libre fluir de ideas sentimientos y emociones, y también nuestra relación con los demás. Desahogar es un proceso curativo natural que podemos fomentar: llorar, reír, hablar, temblar, sudar, estirarse, patalear, rugir... son formas naturales de curación que liberan tensiones y frustraciones, disipan tristezas y temores y disuelven la rabia. En nuestra sociedad predomina la represión y la contención y resulta difícil recuperar la espontaneidad natural. Se mira con malos ojos a los niños que lloran, alborotan o se expresan con desinhibición. Soltarnos y ayudar a los demás a hacerlo beneficiará nuestras relaciones, y posibilitará una sociedad más sana y libre.



domingo, 23 de marzo de 2014

Llevarse bien con un hijo adolescente


La relación entre padres e hijos cambia radicalmente cuando estos entran en la adolescencia. Para evitar un desencuentro que puede llevar, finalmente, a la falta total de comunicación, es necesario hacer un esfuerzo por encontrar un terreno común.

  • Establece un clima de confianza. Es importante que el adolescente pueda expresarse con naturalidad en presencia de los padres sin que sea juzgado o criticado constantemente.
  • Permite que se equivoque. A medida que va haciéndose mayor, el adolescente debe tener más responsabilidades. Deja que empiece a tomar sus propias decisiones y, si se equivoca, no le machaques en exceso. Evita expresiones del tipo "ya te lo decía yo". Se sentirá humillado. 
  • Predica con el ejemplo. Compórtate con él como te gustaría que él lo hiciera contigo. Sé sincero, respetuoso y comunicativo.
  • No le critiques. Es muy posible que no te guste la música que escucha, la ropa que viste, etc. pero procura que ello no se convierta en motivo de disputa. Si, en lugar de criticarle, le haces comentarios positivos como "este jersey te queda muy bien", la relación mejorará.


viernes, 14 de marzo de 2014

Miedo: así puedes superarlo


Es una reacción defensiva que nos puede salvar de muchos peligros pero, cuando resulta excesiva, nos atenaza de tal manera que nos impide vivir con normalidad. Para superar este sentimiento, ten en cuenta los siguientes factores:

  • El primer paso será tomar consciencia de la situación. Reconocer ese miedo, descubrir sus causas y pensar si nos impide llevar una vida normal. Si es así, es conveniente actuar.
  • El segundo paso será enfrentarse al miedo en lugar de huir de él. No hay que hacerlo de inmediato, sino de forma gradual, para que sea lo menos traumático posible. Si, por ejemplo, te da miedo volar, no dejes de hacerlo, aunque, al principio, procura realizar únicamente viajes cortos. A medida que te vayas sintiendo más confiado/a, podrás ir alargando los trayectos hasta superar tu temor.
  • Si el miedo es la consecuencia de una mala experiencia que tuvo lugar en el pasado, es necesario pensar sobre ello y aceptar que lo que pasó fue tan sólo algo puntual que no tiene por qué repetirse.
  • Una buena idea es debilitar los miedos mediante el sentido del humor. Si te ríes de ellos conseguirás que no te parezcan tan terribles y te resultará mucho más fácil vencerlos.



sábado, 8 de marzo de 2014

Enciende el deseo... con más deseo


Dice el refrán que "comer y rascar, todo es empezar". Lo mismo ocurre con el sexo. Si mantenemos la libido despierta, nos será más fácil encender la mecha que si nos olvidamos completamente de ella. A continuación cómo conseguirlo.

  • Cuanto más placenteras son las relaciones sexuales, más se despierta el deseo. Para establecer ese círculo mágico y entrar en una "rueda del placer", es necesario que empieces a partir de ahora mismo a cambiar el chip.
  • Mantén un contacto físico constante con tu pareja. No te acerques a ella únicamente cuando quieras tener sexo. Los besos, las caricias, los masajes relajantes y los abrazos establecerán un clima afectivo que mantendrán vivo el deseo.
  • Aprende el arte de la provocación. Sorprende a tu pareja en los momentos menos esperados con frases intencionadas, mensajes de móvil picantes, regalos eróticos... Se sentirá halagada y la intensidad sexual irá aumentando de forma progresiva.
  • Establece con antelación una cita erótica. Aunque en sexo siempre se aconseja la espontaneidad, lo cierto es que, programando el encuentro, se consigue anticipar el placer y prepararse a conciencia para obtener una mejor imagen de uno mismo, y por lo tanto una mayor autoconfianza.


sábado, 1 de marzo de 2014

Ama de forma inteligente y libérate de los falsos mitos


En ocasiones, le exigimos demasiado a nuestra relación. Queremos que todo funcione a las mil maravillas y nos frustramos cuando no ocurre así. Pero el amor no es un cuento de hadas. Para que funcione, es necesario revisar nuestras expectativas y adecuarlas a la realidad.

  • Del enamoramiento al amor maduro. No podemos pretender que la pasión del principio se mantenga inalterable durante años. Que la intensidad se atenúe con el tiempo no significa que el amor disminuya, sino que se ha alcanzado la estabilidad.
  • Discusiones, tan inevitables como necesarias. Una pareja que no discute no es necesariamente más feliz. Para conseguir una relación madura, es necesario solucionar los problemas que vayan apareciendo. Si se hace de forma inteligente y constructiva, es un sano ejercicio de convivencia.
  • ¿Iguales? ¡no!, complementarios. El mito del príncipe azul o del alma gemela no existe. No podemos pretender, por lo tanto, que nuestra pareja cumpla el 100% de nuestras exigencias. No se trata de un superhombre, es un ser humano con sus defectos y virtudes.
  • Una crisis no tiene por qué ser el final. Es normal que, en una relación larga, se den más de un altibajo. Mientras el amor permanezca intacto, siempre hay posibilidades de poder sobrellevarlo.